lunes, 24 de septiembre de 2012
Desconcierto
martes, 11 de septiembre de 2012
viernes, 7 de septiembre de 2012
Rutina laboral
Lunes: me quedo a trabajar en casa, encerrada en el dormitorio
(el ínfimo estudio cruza de cuarto del hijo de mi marido con estudio musical
lleno de instrumentos con depósito de cajas y papeles,
libros, y carpetas, no es una opción). Cada 20/25 minutos al otro lado de la
puerta se escucha “mamá”. Todas las veces contesto y le pido a Angie que le
abra (no voy a dejarle la puerta cerrada en la cara a mi propia hija, Dios no
permita), Olivia entra corriendo, me pide upa, manotea la notebook invocando a
la “abui” (la abuela, mi madre, que la deja tocar el mouse, golpear el teclado
y básicamente reventar su computadora), me pide teta, camina por toda la cama y
finalmente Angie tiene que sacarla casi llorando. Veinte minutos después, al
otro lado de la puerta, vuelve a oírse: “mamá”… Y así.
Angie: “y sí, ella está tranquila, pero
como sabe que estás acá, viste…”
Martes: me voy a trabajar al bar. Al mediodía siento
hambre, culpa y nostalgia. Vuelvo justo cuando Olivia estaba sentada en su
sillita a punto de comer. Olivia me ve y enloquece, no sabemos si de júbilo o
de locura nomás, me tira los bracitos, pide teta, Angie le interesa menos que
nada y la comida menos que Angie. La escena termina en llanto, teta y Olivia
que no come.
Angie: “siempre come bárbaro, pero como llegaste justo…”
Miércoles: desde el bar, le mando un mensajito a
Angie: “avisame cuando terminó de comer y voy”. Respuesta: “ella come a la una”.
Espeeero… espeeero… me muero de hambre y de ganas de ver a Olivia, pero sé que
tendré que seguir trabajando cuando llegue así que mejor no irritar los ánimos. A las dos de la tarde pienso que
fue tiempo suficiente, vuelvo a casa. Entro. Silencio y vacío. La puerta del
cuarto de Olivia cerrada. Sigilosamente dejo mis cosas y pretendo servirme el
almuerzo cuando aparece Angie desde el cuarto seguida de Olivia que viene al grito de “mamáááá”. ¿No estaba durmiendo?
Angie: “estaba justo
justo por dormir, pero te escuchó la llave en la puerta y ya no se durmió”.
Jueves: Desde el bar, le mando mensaje a Angie: “avisame
cuando ya se haya dormido”.
Angie: “la acabás de despertar con el mensaje”.
Viernes: Me quedo en casa todo el día y me importa un
choto si Angie se las ve negras para que yo pueda trabajar, Olivia coma, duerma
la siesta y baile el vals. Por suerte mañana es sábado y desde las siete de la
mañana que me ocupo yo.
jueves, 6 de septiembre de 2012
Mientras yo trabajo encerrada en el cuarto
Padre de Olivia: La verdad, hijita, ¿querés saber la verdad?
Olivia: ...
Padre de Olivia: La verdad es que Osías es un osito hinchapelotas.
Olivia: Uh...
Olivia: ...
Padre de Olivia: La verdad es que Osías es un osito hinchapelotas.
Olivia: Uh...
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